No hay trabajos de hombres ni de mujeres. No hay aficiones de mujeres ni de hombres. Hay trabajos y hay aficiones o, al menos, así debería ser…
#Mianos (#Zaragoza)(#sociedad).- La localidad zaragozana de Mianos cuenta desde principios de año con una mujer aguacila, una profesión que tradicionalmente ocupan los hombres y que sigue sorprendiendo a más de uno. Desde noticiasenlacontienda hemos hablada con Dayana Bescós, a quien todos llaman Dayan y así es como está viviendo ella esta experiencia. “La verdad es que estoy muy contenta. Llevo desde enero y hasta el momento he sido capaz de realizar todas las tareas que se me han encomendado desde el ayuntamiento. A veces me toca cortar césped, otras manejar un tractor, en otras arreglar muros que se han estropeado, recoger basuras orgánicas y preparar el compost, regar, limpiar calles y todas esas funciones las he realizado bien independientemente de mi género”.
El de alguacila no es el primer trabajo mayoritariamente realizado por hombres que Dayan ha tenido en su vida. Anteriormente ya se puso al frente de una furgoneta cuando las mujeres no lo hacían, fue la primera mujer carretillera de una empresa en la que trabajo y su último puesto fue de bombera forestal. Pero si ha sido en este último en el que ha notado cierta sorpresa. “Malas actitudes y desconfianza no he notado pero sí que hay gente que se ha sorprendido. Concretamente una pareja de guardia civiles hace poco me pararon y era porque dijeron que nunca habían visto a una mujer conduciendo un tractor. En el pueblo creo que la gente esta contenta porque hago bien mi trabajo y al final eso es lo importante”.
Tal es el punto al que Dayan se ha involucrado que ha cambiado su domicilio a este pequeño pueblo de la Jacetania al encontrar una casa con espacio para sus animales. “Tengo cabras, conejos y perros y he encontrado una casa para vivir aquí. Mi traslado, además, colaborará para que este pequeño pueblo cuente con mayor población ya que mis amigos quieren venir los fines de semana”.
Dayan, pese a su físico, mide poco más de 1,50 y peso menos de 50 kilos, es el ejemplo de que una mujer puede hacer lo que se proponga. “Yo siempre he hecho deporte y estoy fuerte pero por mi físico siempre me encuentro más dificultades. Lo que hago es agudizar mi ingenio para lograr llegar a los sitios más altos o perder más tiempo cuando alguna función es más pesada, pero siempre hago todo el trabajo”.
