LECCIÓN DE FÚTBOL

PATRICIA ARIZÓN (#opinión).- Hace casi un año vivíamos un ascenso pocas veces imaginado y hoy estamos haciendo repaso de una temporada mágica. La derrota de anoche fue dolorosa, muy dolorosa. El Huesca no merecía bajar a Segunda en un partido así. Durante el último año se han cometido errores. Errores de planificación – el tiempo demostró que un entrenador sin experiencia no fue una buena decisión- errores técnicos, errores en jugadas decisivas y errores arbitrales – algunos determinante sin los que quizá hoy no estaría escribiendo este artículo- pero también ha habido momentos inolvidables y de esos ha habido más. El Huesca ha vivido una temporada de ensueño luciendo con orgullo el escudo y el nombre de nuestra ciudad por el largo y ancho del país. Y junto al equipo una afición que ha sido ejemplo de humildad, entrega y pasión. De respeto y fortaleza. Nuestro no se rebla- lema del club- se han llevado a todos los rincones futbolísticas de España y hayamos ganado o hayamos perdido, siempre, o casi siempre, lo hemos hecho con la cabeza bien alta…por eso los seis goles del Valencia fue un castigo cruel respondido por la grada con cánticos de apoyo hacia los suyos. Lección de fútbol.

Con nuestro descenso la provincia de Huesca entristeció pero no solo Huesca, una parte de todo aquel que ama este deporte llamado fútbol también. Y es que el Huesca ha sido querido y admirado allá por donde ha pasado. Desde el Bernabeu al Camp Nou, del Sanchez Pizjuan a Balaídos… y ese respeto se podía leer cada jornada en redes sociales. Eran muchos quienes alababan al equipo y muchos más quienes se preguntaban qué tiene el Huesca para cosechar tanto cariño. Un equipo humilde con un presupuesto muy bajo que fue capaz de remontar el vuelo cuando todos le consideraban descendido muchos meses atrás. Pero el Huesca nunca rebló. Lección de fútbol.

A Segunda se va un equipo grande con una afición más grande todavía. Pero siempre quedarán los recuerdos de una temporada única y los cimientos de un sentimiento que compartimos por igual quienes hemos nacido en Huesca, Basbastro, Jaca o Fraga. No se cuando volveremos, ni siquiera se si volveremos pero eso es lo de menos. El mayor triunfo son esos niños que lucen las camisetas azulgranas y de la Cruz de San Jorge y que quieren ser Chimy Ávila o Gallar cuando juegan a fútbol en el patio del colegio. Cuando el mundo del fútbol nos admira y desea que volvamos, cuando la prensa deportiva reconoce como injustas algunas de las derrotas que hemos sufrido, cuando los jugadores lloran como lloraron anoche algunos futbolistas y cuando una provincia se ha sentido unida por unos colores será que algo se habrá hecho muy bien.

Ahora toca recomponerse, mirar al frente y volver a creer. Algunas piezas del puzzle serán difíciles de sustituir pero si Francisco sigue al frente del barco, el retorno será más fácil seguro. Hasta entonces, seguiremos fieles, sin reblar.

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Autor entrada: Patricia Arizon Bails