UN GRUPO DE LOCOS CON UNA PASIÓN: EL VINO

VIGNERONS INDEPENDIENTES

El proyecto vignerons engloba a siete jóvenes productores de la provincia.

#Huesca (#sectoragropecuario).- Hace algún tiempo la palabra vignerons era bastante desconocida pero en los últimos meses está sonando con fuerza gracias a un proyecto que une a siete productores de vino -Edra, El vino del desierto, Alodia, Clavería Barrabés, Bal Minuta, Sers y Familia Estrada Palacio- y al propietario de la tienda La Corona de Ainsa, Javier Buil. Vignerons independientes de Huesca da fuerza a pequeños agricultores en su duro trabajo del día a día, pero también defiende lo nuestro, el producto de proximidad, la calidad y el territorio.

Se trata de un proyecto que defiende Huesca por encima de todo y lo hace con el vino como hilo conductor. Las siete bodegas adheridas cuentan con la pasión de sus propietarios quienes han apostado fuerte por quedarse en sus pueblos y demostrar que no hace falta irse fuera para hacer cosas importantes. “En la actualidad tenemos siete bodegas pero no nos cerramos a más. Eso sí siempre tiene que haber unas premisas como una producción limitada y el concepto singular del agricultor visto como artista, como artesano. Vignerons Independientes de Huesca es una ventaba donde ponemos en valor su trabajo”, explica a noticiasenlacontienda Javier Buil, el artífice de esta aventura.

Durante el último año el trabajo ha sido dar a conocer su producto en establecimientos de venta y restauración. Acuden a explicar bien las propiedades de cada uno de los vinos y cada vez son más quienes apuestan por su calidad. “Cuando aprovechas recursos únicos para diferenciarte la parte del precio se difumina. Cuando tienes algo único a la gente no le importa pagar más”.

Motor turístico

Pero este proyecto, además, quiere ser reclamo turístico de la provincia. No buscan que los vinos se vendan fuera del territorio sino que quieren atraer al turista para que los consuma aquí y a su vez disfrute de todo el patrimonio natural, cultural y gastronómico de la provincia. “Estamos vendiendo Huesca, queremos que vengan con la excusa de probar los vinos y conocer su elaboración. Así se genera riqueza en la tierra con gente que va a pueblos donde no había estado antes. Por eso nuestra prioridad no es sacar el vino fuera, lo que queremos es atraer aquí al consumidor”.

Con esta filosofía llevan meses trabajando y por ahora los resultados están siendo óptimos en un sector que está en plena reconversión para acercar el producto a los jóvenes. Vignerons independientes de Huesca es un claro ejemplo con siete productores por debajo de los 45 años que han apostado por su tierra.

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Autor entrada: Patricia Arizon Bails