No hay trabajos de hombres ni de mujeres. No hay aficiones de mujeres ni de hombres. Hay trabajos y hay aficiones o, al menos, así debería ser…
#Granada (#sociedad).- La pianista Azucena Fernández es una de las pocas directoras de orquesta de nuestro país por lo que esta semana recibía por parte del Ayuntamiento de Granada el premio Mariana Pineda a la igualdad entre hombres y mujeres en categoría individual. Este premio que lleva el nombre de una mujer que fue asesinada en la época de Fernando VII por bordar una bandera con el lema libertad, igualdad y ley, se le concede a la pianista por ser pionera en dirección de orquesta en España, impulsora de la visibilidad de las mujeres músicas y divulgadora para promover la igualdad entre hombres y mujeres en la música clásica.
Azucena fue la única alumna en dirección de orquesta en el conservatorio de Madrid en el año 1984, pero reconoce que nunca se sintió discriminada ni por sus compañeros ni por su profesor. Y aunque tampoco se ha sentido menospreciada durante su larga y próspera trayectoria profesional sí que denuncia la poca visibilidad de las mujeres en su campo. “Hay muy pocas directoras de orquesta porque sigue viéndose como una profesión masculina y lo mismo ocurre con compositoras. En caso de orquestas, por ejemplo, en la Viena no hubo mujeres hasta el año 97 y en la de Berlín aunque pueden tocar no hay ninguna en plantilla. Aunque es cierto que se ha avanzado mucho estamos muy lejos de la igualdad real”.
La divulgación también es un tema al que Azucena está dedicando mucho tiempo. A lo largo de la historia muchas mujeres han aportado mucho al mundo de la música pero pocas veces sus logros han sido reconocidos. Por eso, forma parte de la asociación mujeres en la música con la que pretender darles visibilidad. “Muchas mujeres firmaban con el nombre de su hermano o esposo porque durante muchos años incluso lo tenían prohibido por los Papas ya que la música les distraía de sus labores. Tenemos información de mujeres que aportaron mucho pero en pocos libros se las menciona. La hermana de Mozart, por ejemplo, tocaba junto a su hermano hasta que tuvo unos 14 o 15 años cuando su padre decidió que dejará la música para casarse y tener hijos”.
En la actualidad, las niñas que quieren dedicarse a la música tienen menos trabas y más posibilidades sin embargo como destacaba la pianista aun no hay una igualdad real. Prueba de ello, que en EE.UU se haya demostrado que haciendo audiciones a ciegas el número de mujeres seleccionadas es mayor que si se conoce el género del intérprete. “En España se está valorando esta misma modalidad”.
La trayectoria de Azucena, donde se podría destacar que fue pionera en crear y dirigir una orquesta de jóvenes cuando terminó la carrera y directora de la filarmónica de Viena, entre un amplio curriculum, la convierte en merecedora de este premio que le impulsa para seguir adelante. “Seguiré luchando por llegar a una igualdad real”.
