EL VINO TAMBIÉN TIENE ALMA DE MUJER

No hay trabajos de hombres ni de mujeres. No hay aficiones de mujeres ni de hombres. Hay trabajos y hay aficiones o, al menos, así debería ser…

#Huesca (#sectorAgropecuario).- Leonor Lalanne, junto con sus hermanas Lucrecia y Laura están al frente de la empresa familiar, bodegas Lalanne, cuyos vinos comenzaron a cultivarse en 1842 en Burdeos y se instalaron en Barbastro hace 125 años. Ahora todo el mundo ve con normalidad que tres hermanas estén al frente del negocio familiar pero no siempre fue así. “Había comentarios que hacían referencia a que pobre de mi padre con tres hijas. La gente se sorprendía de que hiciéramos todo el trabajo, desde atender visitas a conducir el tractor”, explica a noticiasenlacontienda.

Leonor, estuvo este martes en una ponencia sobre las mujeres en el mundo del vino dentro del II congreso Hecho en los Pirineos, donde pretendían visibilizar la enorme e importantísima labor que las mujeres están desarrollando en el terreno vinícola. Tanto sobre el escenario del auditorio como en la entrevista posterior, Leonor se mostró una mujer fuerte, luchadora, trabajadora y amante de su vida, una vida donde lo personal y lo profesional está estrechamente relacionado. “Hemos crecido entre viñedos. Nunca nos dijeron que debíamos seguir la saga familiar pero el vino es nuestra vida. Soy feliz haciendo lo que hago. Me siento parte de una cadena que lleva muchos años y espero que continúe”, recalca. 

Cuando se hereda una empresa familiar, son muchos los que creen que está todo hecho, pero no es así. Leonor defiende el esfuerzo diario que deben hacer.  “Somos herederas del trabajo pero nada más. Hay que seguir trabajando mucho, todos los días. Es una labor muy importante, más siendo una bodega pequeña, familiar y artesanal”. 

Además de la pasión por los vinos, Leonor también siente debilidad por la escritura por lo que ya ha publicado dos novelas. En la primera, El secreto de Kirchland, el vino francés cobra protagonismo y en su segunda obra, Si tuvieras que elegir, que será presentada el próximo martes  2 de abril, a las 20 horas en el museo diocesano de Barbastro, los personajes se trasladan al Somontano, su tierra. 

Leonor y sus hermanas son un ejemplo más de que con fuerza de voluntad se pueden romper todas las barreras y de que el vino también tiene alma de mujer. 

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Autor entrada: Patricia Arizon Bails