LA MAGIA DE LLENAR DE COLOR LAS UCIS INFANTILES

La asociación Estelar nace en Zaragoza tras la experiencia personal de su fundadora Pilar Guallart en el hospital Miguel Servet tras el nacimiento de sus nietos.

#Zaragoza (#sociedad).- Cada 17 de noviembre se celebra el día del prematuro y de eso sabe mucho la protagonista de nuestra historia Pilar Guallart quien en el año 2014 tuvo dos nietos prematuros con 24 semanas y 2 días y apenas 600 y 660 gramos. Solo uno pudo sobrevivir y su larga estancia en la uci del hospital Miguel Servet de Zaragoza le dio la idea de lo que hoy es Estelar, una asociación con la que llenan de color la uci infantil. Ella creó Estelar y su hija Beatriz, Araprerm (Asociación de prematuros de Aragón) donde dan a los padres apoyo e información. 

En el hospital por aquel entonces, solo tenían productos meramente hospitalarios, gasas, vendajes, sabanas y cubrecolchones blancos…y de ahí nació esta brillante idea. “A mi nieto mayor le impresionó ver a su hermano con la cabeza vendada. El resto no porque nunca había visto un bebé recién nacido, pero ya sabía que las vendas se ponen cuando hay un daño. En el caso de mi nieto solo la llevaba para darle calor puesto que los gorritos del hospital eran muy grandes para él, así que propuse hacer gorros para sus pequeñas cabecitas y que otros niños no se llevaran la impresión de mi nieto”.

La idea gustó y lo que comenzó siendo gorros del tamaño de las cabecitas de un niño prematuro fue el primer paso de un proyecto que ha ido mucho más allá. Al gorro le siguieron las manoplas y los calcetines, el forro de los colchones de la incubadora y los arrullos, incluso las telas con las que cubrían las lámparas de fototerapía para que la intensa luz no molestase al resto. “Cuando llegas a la uci y ves una incubadora tapado con una tela verde de hospital te imaginas lo peor y solo se pone para que la luz no moleste por lo que con una sábana de colores esa sensación desparece”, recalca. 

El duelo de perder a un recién nacido es algo que Pilar recuerda a menudo y más aún el hecho de que a su hija le entregasen una jeringuilla y una gasa como recuerdo del bautismo de la niña. En ello, Estelar también quiere aportar su granito de arena. “Entregamos gorros y manoplas para que se los pongan al bebé fallecido cuando sus padres se despiden de él y luego les den eso de recuerdo en lugar de un empapador. También hacemos un kit para el bautismo, con una recipiente forrado y un paño de bautismo del tamaño de una gasa que nos hace a bolillos Fernanda de la residencia Ozanam a sus 89 años”.

Estelar, además, ayuda con sus productos a que los niños y también los padres estén mejor en el hospital. La ‘faja de Hugo’ para que los papás pueden tener al prematuro junto a su pecho sin temor a nada e incluso la mamá puede aprovechar a sacarse leche con el mayor estímulo de la cercanía del bebé, la recreación de la ‘mano Palmira’, que emula el antebrazo humano que debe tener el olor de los papás para que los pequeños no se sientan solos en ningún momento o la ‘Estrella Irina’ que sustituye a la mano una vez que el niño ya está en casa. Estos productos llevan el nombre de niños cuyos padres han colaborado con Estelar y es que si esta asociación ha salido adelante es únicamente gracias a la solidaridad. “Todo lo que hay en Estelar es gracias a la  solidaridad de muchísima gente. Todo. Hay quien cose gorros, quien nos da productos para vender, quien hace dibujos o manualidad para colgar en las incubadoras y quien directamente nos da dinero para poder comprar la materia prima que debe ser 100% algodón para realizar los diferentes productos”. 

Otra manera de colaborar con esta asociación es mediante el sistema teaming que consiste en donar 1€ al mes. Se trata de un sistema solidario en que tu aportación a una causa social, en este caso Estelar, solo puede ser de esta simbólica cantidad. Para poder colaborar hay que entrar en la web de teaming y formar parte del grupo. 

Así, gracias a la colaboración económica de unos y de muchas manos amigas cada niño que llega a la uci tanto del Miguel Servet como del hospital Clínico reciben su pack de bienvenida con gorro, manoplas y patucos para que sustituyan a las vendas y un arrullo. Al mismo tiempo que los centros hospitalarios cuentan con el resto de productos elaborados con mucho cariño y pensados para quienes tienen pequeños pies con los que dar grandes pasos. 

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Autor entrada: Patricia Arizon Bails