La periodista Esther Puisac está desbordada y agradecida ante el gran revuelo en redes sociales desde que comenzó su búsqueda.
#Huesca (#sociedad).- Encontrar a los familiares de Agustín Mur Sarasa. Esa es la misión que el pasado 1 de noviembre se le pasó por la cabeza a la oscense Esther Puisac cuando ponía flores en la tumba de este joven fallecido el 31 de octubre de 1927. El ritual de poner flores junto a esa escueta cruz ubicada en el cementerio de Tabernas del Isuela, el pueblo de su madre, se había convertido en una costumbre desde que siendo una niña acompañaba a sus abuelos a adornar el cementerio por Todos Los Santos, pero no fue hasta hace cinco días cuando su vena profesional, es periodista, le llevó a indagar en Google. “Mi abuelo siempre ponía flores a esa tumba y desde que él falleció lo hicimos nosotros. Pero la verdad es que nunca me había parado a pensar en intentar localizar a sus familiares. Fue este 1 de noviembre”, explica a noticiasenlacontienda.
Sus primeras investigaciones le llevaron a unos posibles hermanos en San Vicente de la Barquera (Cantabria) y Teruel pero pronto descubrió que ese hilo no era el correcto. Para completar su búsqueda decidió poner la información en su perfil personal de facebook y gracias a ello está muy cerca de conocer a verdad. “Mucha gente experta en estos tipos de búsquedas se ha puesto en contacto conmigo a raíz de mi publicación y todo indica que hemos encontrado a varias hermanas de Agustín que han vivido en Huesca y alrededores. Hemos hablado con la bisnieta de una de sus supuestas hermanas y todo podría encajar. Me falta acudir al registro para comprobar si hay datos sobre el nacimiento de Agustín que probablemente fuera en Tabernas y fuese amigo de mi bisabuelo, de ahí que mi abuelos siempre se acordasen de decorar su tumba”, recalca.
Esta experiencia ha sido para Esther muy satisfactoria. No solo está a muy poco de conocer a familiares del amigo de su bisabuelo sino que ha conocido la cara mas dulce de las redes sociales. “Las redes pueden tener su lado negativo pero son un nexo de unión incalculable. He recibido montones de mensajes, algunos intentando ayudarme en mi búsqueda, otros explicándome que ellos también hacen algo parecido en otros cementerios y hay quienes simplemente agradeciendo el gesto que tenemos de poner flores en la tumba de alguien al que no conocemos. Me he sentido muy ilusionada y feliz por el cariño que me ha mostrado tanta gente a la que no conozco”.
Si finalmente Esther logra su objetivo de encontrar a familiares de Agustín esta vieja tumba del pequeño cementerio de Tabernas del Isuela tendrá a descendientes que puedan ir a visitarla, aunque Esther seguirá llevando su ramo cada 1 noviembre como viene haciendo su familia desde que su memoria le alcanza.
